Relato 3: El inicio de la historia con mi primo

Os ha gustado conocer a estos primitos morbosos, ehh??

Pues aquí tenéis como surgió esta relación sexual desenfrenada... toda historia tiene un principio... espero que lo disfrutéis!

Saludos!! ;)

Aquella fue una noche sin éxito, la tía con la que me morreé en la disco no estaba dispuesta a ir a mayores, así que me volví a casa con el rabo bien duro y con bastantes copas de más…
Llegaría a casa y me haría un pajote y a dormir, lo malo es que por aquel entonces mi primo compartía habitación conmigo, ya que por motivos de estudios se quedaba en casa de mis padres. Así que tendría que cascármela sin hacer mucho ruido…

Cuando estaba dispuesto a entrar en la habitación vi que había luz, joder, me iba a quedar sin paja o ir al baño… Abrí la puerta de mi habitación y me encontré a mi primito de 17 años (yo tenía 21 por aquel entonces), polla en mano, el muy cachondo se estaba pajeando. La escena me hizo gracia, los dos íbamos calenturientos...pero espera, que tipo de revista tenía entre manos...fijé mejor la mirada (o lo que pude con las cervezas que llevaba de más) y vi que eran dos tíos follándose bien duro… joder con el maricón de mi primo!!

Él se quedó atónito rojo de vergüenza sin saber qué decir. A mi la situación me dió por reirme y con el colocón que llevaba y lo cachondo que iba, me lancé a la piscina:

- Así que a mi primito le van los pollones, jejeje, pues mira por donde has tenido suerte esta noche… - le solté mientras empezaba a dar forma a mi bulto.

Con la voz temblorosa, soltó: - si, soy gay… y siempre me ha gustado espiar tu paquete. Desde que tenía 14 años que me gustas primo, pero no quería confesarte que era gay, por apuro y vergüenza…

Ya ves con el primito, la verdad es que nunca sospeché nada. Así pues, tenía que aprovechar aquella confesión y dar rienda suelta a mis ganas de dar pollón. Mi primo miraba con ojos deseosos mi cada vez abultado paquete, que yo seguía dando forma.

- Estoy seguro que mi cipote no te va a defraudar, pero, ¿que tal si me comes un poco el paquete y me ayudas a ponerme más cachondo? - le solté con mi mejor sonrisa picarona. Me bajé un poco los pantalones enseñando mi cada vez más abultado paquete.

Sin pensarlo mi primo se abalanzó contra mi bultako, era evidente que me tenía ganas y su ardiente deseo hicieron que me pusiera bien cerdo. Con las dos manos le agarré la cabeza y empotré todo mi paquetorro contra su boca abierta. Pronto mi polla marcaba una enorme estaca en mis slip, estaca que seguía empotrando contra su cara…

- Maricón y buen comedor de paquetes, mira como me has puesto de empalmado - le solté entre risas. La verdad es que mi primito me la había puesto bien dura, mejor que muchas de las tías con las que había follado.

- Ahora espero que cuando me baje los slip no te desmayes del susto… - le dije mientras me bajaba un poco los calzoncillos. No es por fardar, pero la verdad es que tengo una buena polla, de unos 23 cm y un poco gruesa, con unas pelotas bien cargadas. Una suerte de pollón que muchas al verlo les duele el coño solo con pensarlo en tenerlo en su interior…
Cuando acabé de bajarme los slip, mi polla salió disparada y le atizó en toda la cara. Nunca olvidaré la cara de asombro que puso mi primito: - joder tío, he conocido compañeros del instituto con buenas pollas, pero la tuya es enorme!!

- Ya ves, la naturaleza ha sido benévola conmigo, jajaja. Me agarré el cipote con una mano y empecé a atizarlo en su cara, mi capullo bien marcado golpeaba en sus mejillas, lo rozaba en la comisura de sus labios… Mientras mi primo seguía los movimientos de mi glande, abriendo un poco la boca y asomando su lengua de mamona… - ¿Estás deseando probarla, ehh, mamona?? - su cara era pura lujuria y deseo - pronto vas a tenerla, y aunque te den arcadas no voy a parar de penetrarte tu boquita… venga zorrona, ¡abre bien la boca y cómetela!

Mi primo era un pasivo muy cumplidor y acató las órdenes sin rechistar, lamiendo mi glande, el tronco de mi pollón, succionando mis bolas. Después de estas primeras lamidas, abrió bien la boca y empezó a comerme el rabo.

- Muy bien, así, trágatela toda, eres una buena mamona, eh? - tengo que reconocer que se estaba portando bien, recreándose en la tarea y dando placer a su macho. Mi polla entraba y salía de su boca cada vez con más fuerza, así que agarré con dureza su cabeza y empecé a empotrarlo, aumentando el ritmo a cada embestida.

- Te gusta que te perfore la boca, ¿ehh? Traga putón!! - en algún momento tenía que desclavársela para que mi primo soltara una riada de saliva de las arcadas que le daba. Pero sin darle mucho descanso, volvía a insertársela hasta el fondo de su garganta, empujando con mis nalgas. Mis pelotas se pegaban a sus labios y yo seguía embistiéndolo como un potro en celo.

- Mmmmm, las pelotas me van a reventar, pronto vas a recibir una buena lefada, pórtate bien y no dejas que se desperdicie ninguna gota de mi néctar! - sentía mis cojones cada vez más hinchados y seguía penetrando con fuerza su boca. Hacía rato que la prelefa había empezado a chorrear de mi nabo, y esas primeras gotas habían generado un nuevo placer en mi primo, así que viendo su interés, estaba dispuesto a lefarlo en toda su puta boca.

- Argfh, mmmm, venga prepárate, voy a soltar mi leche… mmmmm!!! La saqué de su boca y agarrando el rabo con la mano me dispuse a lanzarle mis chorros de lefa. En pocos segundos grandes lechazos impactaron en su cara, en su boca abierta, en su lengua que recogía con esmero todo mi néctar. Cuando los chorros empezaban a perder fuerza se la volví a meter para que la limpiara.

- Venga, déjame la polla bien limpia y que no se desperdicie nada. - con los dedos recogía los trallazos de lefa de su cara y se los metía en la boca, que mi primo chupaba con esmero y gran placer. - Así, trágatelo todo, mi leche te gusta, lo sé, así es como los machos como yo agradecemos el trabajo bien hecho…

Después de dejarme el cipote bien limpio, me desplomé en la cama y caí en un profundo sueño. Pero a la mañana siguiente…

Te ha gustado, sigue leyendo la historia: Relato 1 - Historias entre primos