Relato 4: Doble o nada!

Ya va tocando un nuevo relato, no??

Aquí os dejo otra historia de estos primos tan cañeros, pero ahora se añade un tercero...

No me hago responsable de lo que pueda suceder en vuestras entrepiernas...😂😂😂

Relato 4: Doble o nada!

La imagen de esa actriz porno regada por las meadas de dos chulazos pollones nos puso las pollas, a mi amigo y a mi, bien duras…

Era una de esas tardes de verano, estaba con un colega del fútbol, Miguel. A él, igual que a mí nos gustaba pasar las tardes poniéndonos morcillones viendo pelis pornos, de esas bien guarras donde las actrices son folladas salvajemente por todos sus orificios…

Íbamos comentando la peli y poniéndonos a tono los paquetes, pronto nos haríamos una buena paja, cada uno la suya que no somos maricones!:

- No veas que guarra, como se está tragando la meada! Que ganas tengo de ponerlo en práctica - comenté yo viendo como mi amigo estaba cada vez más palote.

- Ya ves, ¡ojalá encontráramos una zorrona dispuesta a comerse nuestros pollones! - decía Miguel mientras se sobaba el paquete. 

- No te preocupes, creo que pronto lo podremos poner en práctica… - dejé caer, mientras pensaba en que pronto llegaría mi primo maricón.

Pasados unos minutos, llegó mi primo. Como siempre que me pillaba viendo porno, se ponía muy cerdako, deseando que me lo follara y aliviara mi calentura.

- Ya veo que os pone bien morcillones estas pelis… ¿puedo hacer algo para ayudaros? - soltó mi primito con una sonrisa picarona.

Miguel se quedó flipando con la propuesta de mi primito.

- Te presento, este es mi primo Juan, es mi juguete sexual, así que aprovéchate que seguro que va caliente...

Miguel seguía flipando… - A mí no me va el rollo gay… por cierto soy Miguel, juego al fútbol con tu primo.

- Tranquilo tío, a mi tampoco, pero te aseguro que follarte a mi primo te encantará - dije yo señalando a mi primo y indicándole que se acercara.

Mi primo se puso de rodillas delante de mí y como un perrito empezó a sobarme el paquete con la boca.

- Ves, te lo dije, lo tengo bien entrenado para que me complazca, pronto estará pidiéndome que me lo folle a saco.
- Muy bien, primito, enséñale lo que sabes hacer… pero espera, que tengo un nuevo trabajito para tí, algo que nunca hemos puesto en práctica… - solté yo con una sonrisa maliciosa.

Me levanté e indiqué a mi primo y a Miguel que me acompañaran al baño. - Venga Miguel, ¿no decías que te gustaría practicar algo?

Estaba claro que Miguel tenía ganas de saber que tramaba, así que poco tardó en convencerse y nos siguió al baño.

- Bueno primito, será mejor que te desnudes y te metas en la bañera… - mi primo obedeció y pronto se quedó en pelota picada, por cierto, su polla estaba morcillona, señal que le ponía cachondo mi ímpetu sexual.

- Miguel, creo que ha llegado la hora de vaciar el depósito, ¿no? No sé a ti, pero a mi las cervezas que nos hemos tomado me hacen ganas de ir a mear...

Miguel estaba atónito, no se creía que podríamos regar a mi primo con una buena lluvia dorada…

- Venga, estoy seguro que te estás meando… - solté yo mientras sacaba mi polla del pantalón y la enfocaba al cuerpo desnudo de mi primo.

Los ojos de Miguel se iluminaron de lujuria y morbo, sin dudarlo, se apuntó a ventilar la polla.

- Primito, vas a tener el placer de ser regado por dos machos cabrones… no había terminado la frase que salió de mi polla la primera ráfaga de orina, que cayó en su torso desnudo. Al poco, de la polla de Miguel salió otra buena riada de pis que impactó en su vientre.

El cerdo de mi primo se refregaba las meadas por todo su cuerpo, abriendo la boca y sacando la lengua para que lo regáramos bien. Sin dudarlo, apunté el disparo a su boca y mi orina se esparcía por sus labios, cayendo cual cascada…

- ¿Qué, te dije que era una buena zorrona, eh?, venga primito gírate y enséñanos tu culito, seguro que vas caliente y necesitas refrescarte con esta rica lluvia… Venga Miguel, ¡dispárale en todo el ano!

Su culo recibió con gran placer la intensa meada de nuestras pollas. - Eso, bien mojadito, ya sabes que tenemos que lubricarlo bien… - solté con mi tono más morboso.
Tenía el rabo bien morcillón, mearnos sobre mi primito me había puesto más cachondo. Frené la meada y levanté a mi primo, agarré su culo con las dos manos y de una estacada le metí la polla, entonces volví a mear. Mi orina salía del culo a borbotones y esa imagen puso a Miguel como un toro en celo.

- ¡Joder tío, le estás dejando el culo lleno! Tenías razón, qué suerte tienes de tener un pasivo así en casa, soltó Miguel apurando sus últimas gotas.

Cuando nuestros depósitos se quedaron vacíos era el momento de pasar al segundo acto de la sesión. Juan, como siempre, no nos iba a decir que no y la lluvia dorada nos había dejado bien cerdakos y dispuestos a darle caña.

- Miguel, vamos a mi habitación, que Juan aún tiene mucho para ofrecernos… - mi colega tenía el rabo como una estaca, así que no iba a parar y yo intuía que estaba expectante…

Tumbamos a mi primito en la cama, Miguel y yo nos acabamos de desnudar y le pusimos nuestras pollas en la cara.

- Venga, hoy no te vas a quejar, ¿eh?, vas a tener doble ración de polla. Como ves ya tienes la merienda lista, así que empieza a comer...

Miguel como buen pasivo cumplidor empezó a mamar, primero la de Miguel, después la mía, más tarde metiéndose los dos glandes en la boca… Nosotros de tanto en tanto las empujábamos hasta el fondo de su garganta, provocándole una gran arcada. De reojo miraba a Miguel que se lo estaba pasando en grande.

Mientras mi primito seguía dándole gusto a Miguel, yo me situé detrás de él, me unté dos dedos con mi propia saliva y empecé a perforarle el culo, ayudándolos con algún lapo. Pronto el culo de Juan se adaptó perfectamente a mis dedos, así que seguí metiéndole más hasta tener todo el puño dentro, algo que le hizo arquearse y gemir como una perra en celo.

- Joder, me la está dejando bien tiesa, ¡que buena mamona es! Ya veo que tu lo estás dilatando bien, claro que con semejante rabo (señalando mi polla) como para no prepararle el culo. - soltó Miguel, mientras seguía follándole la boca.
- Sí, mi primito ya tiene el culo bien entrenado, no será la primera vez que me lo follo… - dije yo mientras me tiraba un par de lapos a la polla, dispuesto a reventarlo a pollazos.

Como un toro, se la clavé de una estocada, cosa que le hizo gritar de puro placer. Mis nalgas empezaron a ejercitarse empujando toda mi verga hasta los confines de su ano, mientras mis pelotas rebotaban en su culo.

- ¡Venga, vamos a enseñarle a Miguel como te gusta que te perforen! - rugí yo mientras empotraba su ojete con fuerza.
- Joder, yo también quiero probarlo, ¡tengo ganas de dar una buena empotrada!, soltó Miguel. - Pues venga ven, ya te he dejado su culito bien preparado, me gusta compartir a mi presa, jejeje - solté yo invitándole a perforar a mi primo.

Igual que entró, se la desclavé, mi polla estaba bien gorda. Dejé paso a Miguel que no tardó en penetrarlo con gran fuerza, la mamada de Juan le había dejado con una verga bien morcillona. Como no quería que me bajara la erección, me puse a perforarle la boca.

- Ves que bien te tratamos, no te quejaras, ¿eh putita? Tienes a dos machos dándote placer, tu boca y culo bien llenos. - dije entre risas mientras me follaba su boca.

Se notaba que Miguel tenía ganas de una buena follada, porque le estaba dando unas buenas empotradas. Su polla no tenía las dimensiones de la mía, rondaría los 20cm, pero se notaba que era un buen empotrador. Estaba seguro que Juan lo estaba disfrutando, su mirada no me indicaba lo contrario.
- Joder, que gusto de follada, tu primo tiene un culo bien tragón. ¡No veas como me pone! - decía Miguel rugiendo de placer.
- Pues espérate, que se me está acudiendo algo que podríamos hacer… - solté con una sonrisa pícara, mientras le desclavaba la boca - levántate un poco primito, que quiero enseñarle a mi amigo lo bien que cabalgas sobre mi rabo.

Me deslicé debajo de él y agarrando sus nalgas le indiqué que se sentara sobre mi polla. Como el mejor de los cowboys mi primo empezó a cabalgarme, mientras su polla daba grandes vaivenes.

- Buff, ¡que bien te monta! - Miguel estaba disfrutando viendo como cabalgaba sobre mi.
- ¿Sabes que creo?, creo que su culito está tan caliente que quiere comerse nuestras dos pollas a la vez. ¿Cómo lo ves, Miguel, te apuntas a una doble follada? - indiqué, mientras seguía agarrando su culo y perforándolo.

Miguel estaba atónito, no daba crédito a mi propuesta, pero en sus ojos libidinosos intuí que no le desagradaba. Mi primito estaba un poco asustado, no sabía si podría aguantar nuestros pollones a la vez, pero le picaba la curiosidad.
- Mmmmm, ¿una doble follada?! Joder, es algo que he visto en muchos vídeos porno y siempre me ha puesto bien cerdako! Espero que tu primito pueda con los dos… - estaba claro que le gustaba la idea a Miguel.

Frené el culo de Juan mientras Miguel empujaba con su estaca abriendo hueco en su perforado culo. Noté como su polla se pegaba a la mía y empujaba con fuerza, mientras, mi primo abría la boca de par en par intentando reprimir un grito de dolor.

Al poco rato, nuestras dos pollas estaban bombeando su culo a la vez. Juan gritaba de dolor y placer, que en su caso, como buena yegua aceptaba sin rechistar. Miguel y yo también gemíamos, perforándolo intentando que no se salieran. Se notaba que la experiencia nos ponía cachondos, porque nuestros vergones seguían hinchándose. La presión del rabo de Miguel y las paredes del ano de Juan me recordaban la primera vez que me lo follé, un culito bien prieto que tienes la suerte de estrenar y adaptarlo a tu polla.

La polla de Juan babeaba, soltaba ráfagas de prelefa de vez en cuando, pronto no aguantaría la presión sobre su próstata y soltaría un buen lefazo. Como era de esperar, su culo se había adaptado perfectamente a nuestras pollas y seguía gimiendo con gran placer.

- ¡Buff, esta doble follada me está poniendo muy cerdo!! No voy a tardar en descargar toda mi leche - rugió Miguel mientras jadeaba de intenso placer.
- Ya ves, yo tengo las pelotas bien gordas, dispuestas a dar una buena lefada. - indiqué.

Ahora que sabíamos que íbamos a corrernos, aumentamos el ritmo, dispuestos a preñar ese culo como nunca lo había estado.

- ¡Siiiii, (gritó delirando de placer mi primo), a mi también me va a estallar la polla, no voy a tardar en correrme!!
De pronto, noté como la polla de Miguel se hinchaba y se hundía en su culo, acompañado de un rugido leonino que indicaba que iba a deslecharse…

- Me corrrrrrrrrrrrrrrrrroooooooooooooooooooo, grito!, soltando grandes lefazos en su culo, noté como su semen se desparramaba y salía a borbotones entre nuestras pollas regando mis pelotas.
- ¡Arghhhhhhhhhhhhhhhhh, no puedo más!!!!!, rugió mi primo mientras de su polla salían grandes trallazos manchando mi tórax.

Sus dos corridas fueron la gota que colmó el vaso y hicieron que mi polla estallara con gran fuerza, acabando de llenar de leche todo su culo, mientras el rabo de Miguel seguía dentro deslechando sus últimas gotas. El culo de Juan parecía una fuente lefadora, soltando cual cascada.

En un momento, parecíamos tres leones rugiendo de placer, después de una buena corrida. Desclavamos nuestras pollas y igual que un tapón en una botella de cava, hicieron que el culo de Juan soltará un buen reguero de nuestras lefas.

- Ahora, tienes que dejarlas bien limpias, no querrás que nos vayamos con las pollas con restos de semen - solté yo mientras llevábamos nuestros rabos a su boca para que las limpiara.

Juan se incorporó, y como un perrito se comió los restos de leche que soltaban nuestras pollas. Miguel y yo chocamos nuestras manos celebrando como dos toreros la buena faena que habíamos hecho, mientras dejábamos que Juan se comiera hasta la última gota de nuestro preciado néctar...