Buenos días!!
¿Empezamos el día con un poco de lectura? ¿Os apetece seguir conociendo un poco más a estos primos tan morbosos?
Pues aquí os dejo un nuevo relato...
A disfrutarlo!!
Relato 5: Una visita con sorpresa
Aún me dolía el culo desde la última follada de mi primo y su colega, su doble empalada la había disfrutado mucho, pero a cambio, era incapaz de sentarme sin sentir un poco de dolor… Aún así, me pajeaba a todas horas soñando en la posibilidad que un día mi tío y su hijo me harían lo mismo…
Estaba con estos pensamientos dispuesto a pajearme por enésima vez cuando sonó el timbre. Era Miguel, el colega de mi primo.
- Que grata sorpresa, aunque si vienes a ver a mi primo tengo que decirte que no está en casa… - dije yo, fijándome en el pronunciado bulto que marcaban sus pantalones.
- Lo sé, sé que curra hasta tarde… no he venido a verle a él… - dijo mientras entraba en casa.
Miguel estaba más morboso que la última vez que le ví, con su look deportivo, unos pantalones de chándal gris que dejaban ver su abultado paquete, y una camiseta sin mangas que permitían disfrutar de sus brazos musculados de un buen trabajo en el gym.
- Aún me pongo cachondo pensando en la follada que te pegamos… - me dijo acercándose cada vez a mis labios con su sonrisa libidinosa.
Sin decir otra palabra, me cogió con sus manos mi cabeza y me dió un señor morreo, que yo recibí agradablemente pero sorprendido por tanta impetuosidad. Era la primera vez que un hetero activo me besaba, algo impensable con mi primo y mi tío.
Ante mi sorpresa, Miguel se explicó:
- No te extrañes tío, soy bisexual. De hecho, tu primo me pone casi tan cachondo como a tí. Cuando lo veo desnudo en el gym no puedo parar de fijarme en sus atributos… El otro día, tuve que contenerme para que no se me notara… - se confesó Miguel, y siguió besándome.
- Antes de follarte a tí solo había fantaseado, pajeándome a todas horas pensando en que tenía una experiencia homosexual. Y ahora que lo he probado tengo ganas de seguir experimentando… ¿o es que no has notado que ya vengo dispuesto? - señalando su paquete.
A parte de algún beso robado y alguna paja en el instituto, esta era la primera vez que podría hacer el amor con un hombre, sin ser su mero juguete sexual. Miguel me gustaba, sabía que no sería tan bruto como mi primo, pero quería tener esa experiencia y no iba a dejar escapar esa oportunidad.
- Lo he notado, ya sabes que ante un buen paquete se me van los ojos… me gustas mucho, y quiero que experimentes todo lo que quieras conmigo - dije yo, mientras le besaba en los labios, en el cuello, chupeteando el lóbulo de su oreja… y magreando su paquete para ponerlo más o tono.
Miguel me acariciaba, me agarraba el culo con fuerza y una de sus manos masajeó mi prominente paquete. Pronto estaríamos enzarzados en carícias, abrazados, frotándonos los paquetes, morreándonos… Nuestras camisetas hacía rato que nos las habíamos casi arrancado. Reseguía con mi lengua su definido pectoral, deteniéndome en sus pezones cada vez más puntiagudos.
Me deslicé por su cuerpo, a aquellas alturas su pantalón marcaba una buena tienda de campaña, dispuesta para complacer mi hambre de un buen bulto. Abrí bien la boca y me puse a devorar ese rico manjar, haciendo que Miguel se retorciera de placer. Su pollón crecía en mi boca y sus pantalones iban a estallar. Agarraba con fuerza mi cabeza y me la empotraba contra su bultako.
- Joder tío, vas a hacer que me corra casi sin bajarme los pantalones, soltó Miguel entre jadeos. Te mereces un premio, déjame ver como va tu paquete y a ver si soy capaz de darte el mismo placer que me estás dando - añadió Miguel.
Nuestros cuerpos se unieron en un perfecto 69, boca contra paquete, dándonos placer mútuo. Pronto la excitación fue tal que liberamos nuestra pollas de sus paquetes opresores y nos las mamamos como si no hubiera un mañana. Para mí, era la primera vez que otro tío me comía la polla, y al parecer Miguel lo estaba disfrutando.
- Es la primera vez que le como la polla a un tío, y tengo que decir que me gusta. Buena polla tienes - comentó Miguel mientras seguía trabajándome el nabo.
Mientras su boca estaba entretenida, sus dedos jugueteaban con mi ano, dejando claro cuáles eran sus futuras intenciones. Con el placer que me estaba proporcionando a mi entrepierna, mi culo hacía rato que estaba dilatándose.
Por mi parte, le había dejado el nabo como una estaca, dispuesta a dar una buena clavada. - Tío, creo que tu polla ya está lista para empotrar mi culo, igual que la última vez. Fóllame con fuerza, te lo has ganado tío. - solté yo entre jadeos.
Deshicimos el 69, me puso cara arriba levantando mi culo con sus manos y se dispuso a juguetear con su estupendo capullo deslizándolo por mi cada vez más caliente culito.
- Tío, no me castigues más y empótrame de una vez. Necesito volver a sentir tu polla en mi interior - supliqué entre jadeos.
Sin avisar, me la clavó de un golpe como una estaca y eso me hizo gritar como una perra en celo. Pronto estaría empotrándome como en nuestro último polvo, sus pelotas rebotaban salvajemente contra mis nalgas. A gritos le pedía que no parara, esas folladas me ponían muy cachondo y tenía ganas de macho en celo.
Estaba claro que Miguel era un follador nato, sabía cómo castigar un buen culo. Tenía los músculos en tensión, goterones de sudor caían sobre mi cuerpo, que ante semejante calentura se evaporaban en tocar mi piel.
Pero no solo se disponía a dar placer a mi culo, una de sus manos me agarró con fuerza la polla y empezó a pajearme.
- Quiero que nos corramos a la vez y entrelacemos nuestras lefas - rugió Miguel mientras seguía pelándome la verga.
Mi polla no tardaría en estallar, hacía rato que chorreaba prelefa… pero Miguel aún guardaba una última sorpresa. Como buen deportista que era, arqueó su espalda hasta situar su boca sobre mi polla, sin parar de follarme me volvió a comer el cipote.
Eso fué la gota que colmó el vaso y sin poder resistirme estallé en trallazos de leche en su boca. Y eso fue la mecha para que su pollón castigador hiciera lo propio en mi culo, preñándome y llenándome con todo su néctar.
La boca de Miguel rebosaba con mi lefa y cuando la tuvo bien llena se acercó a mi cara y dejó caer mi semen en mi boca hambrienta, que yo recibí con gran placer.
Cuando completó el trasvase de lefa, se deslizó hasta mi culo y succionando su propia lefa me la volvió a dar, para después fundirnos en un gran morreo entrelazando nuestras lenguas y disfrutando de nuestras buenas corridas.
Este fue nuestro segundo encuentro y desde entonces nos hicimos amantes, disfrutando de nuestros cuerpos y gozando como fieras, ante el peligro que un día nos descubriera mi primo o mi tío…
Continuará...
¿Empezamos el día con un poco de lectura? ¿Os apetece seguir conociendo un poco más a estos primos tan morbosos?
Pues aquí os dejo un nuevo relato...
A disfrutarlo!!
Relato 5: Una visita con sorpresa
Aún me dolía el culo desde la última follada de mi primo y su colega, su doble empalada la había disfrutado mucho, pero a cambio, era incapaz de sentarme sin sentir un poco de dolor… Aún así, me pajeaba a todas horas soñando en la posibilidad que un día mi tío y su hijo me harían lo mismo…
Estaba con estos pensamientos dispuesto a pajearme por enésima vez cuando sonó el timbre. Era Miguel, el colega de mi primo.
- Que grata sorpresa, aunque si vienes a ver a mi primo tengo que decirte que no está en casa… - dije yo, fijándome en el pronunciado bulto que marcaban sus pantalones.
- Lo sé, sé que curra hasta tarde… no he venido a verle a él… - dijo mientras entraba en casa.
Miguel estaba más morboso que la última vez que le ví, con su look deportivo, unos pantalones de chándal gris que dejaban ver su abultado paquete, y una camiseta sin mangas que permitían disfrutar de sus brazos musculados de un buen trabajo en el gym.
- Aún me pongo cachondo pensando en la follada que te pegamos… - me dijo acercándose cada vez a mis labios con su sonrisa libidinosa.
Sin decir otra palabra, me cogió con sus manos mi cabeza y me dió un señor morreo, que yo recibí agradablemente pero sorprendido por tanta impetuosidad. Era la primera vez que un hetero activo me besaba, algo impensable con mi primo y mi tío.
Ante mi sorpresa, Miguel se explicó:
- No te extrañes tío, soy bisexual. De hecho, tu primo me pone casi tan cachondo como a tí. Cuando lo veo desnudo en el gym no puedo parar de fijarme en sus atributos… El otro día, tuve que contenerme para que no se me notara… - se confesó Miguel, y siguió besándome.
- Antes de follarte a tí solo había fantaseado, pajeándome a todas horas pensando en que tenía una experiencia homosexual. Y ahora que lo he probado tengo ganas de seguir experimentando… ¿o es que no has notado que ya vengo dispuesto? - señalando su paquete.
A parte de algún beso robado y alguna paja en el instituto, esta era la primera vez que podría hacer el amor con un hombre, sin ser su mero juguete sexual. Miguel me gustaba, sabía que no sería tan bruto como mi primo, pero quería tener esa experiencia y no iba a dejar escapar esa oportunidad.
- Lo he notado, ya sabes que ante un buen paquete se me van los ojos… me gustas mucho, y quiero que experimentes todo lo que quieras conmigo - dije yo, mientras le besaba en los labios, en el cuello, chupeteando el lóbulo de su oreja… y magreando su paquete para ponerlo más o tono.
Miguel me acariciaba, me agarraba el culo con fuerza y una de sus manos masajeó mi prominente paquete. Pronto estaríamos enzarzados en carícias, abrazados, frotándonos los paquetes, morreándonos… Nuestras camisetas hacía rato que nos las habíamos casi arrancado. Reseguía con mi lengua su definido pectoral, deteniéndome en sus pezones cada vez más puntiagudos.
Me deslicé por su cuerpo, a aquellas alturas su pantalón marcaba una buena tienda de campaña, dispuesta para complacer mi hambre de un buen bulto. Abrí bien la boca y me puse a devorar ese rico manjar, haciendo que Miguel se retorciera de placer. Su pollón crecía en mi boca y sus pantalones iban a estallar. Agarraba con fuerza mi cabeza y me la empotraba contra su bultako.
- Joder tío, vas a hacer que me corra casi sin bajarme los pantalones, soltó Miguel entre jadeos. Te mereces un premio, déjame ver como va tu paquete y a ver si soy capaz de darte el mismo placer que me estás dando - añadió Miguel.
Nuestros cuerpos se unieron en un perfecto 69, boca contra paquete, dándonos placer mútuo. Pronto la excitación fue tal que liberamos nuestra pollas de sus paquetes opresores y nos las mamamos como si no hubiera un mañana. Para mí, era la primera vez que otro tío me comía la polla, y al parecer Miguel lo estaba disfrutando.
- Es la primera vez que le como la polla a un tío, y tengo que decir que me gusta. Buena polla tienes - comentó Miguel mientras seguía trabajándome el nabo.
Mientras su boca estaba entretenida, sus dedos jugueteaban con mi ano, dejando claro cuáles eran sus futuras intenciones. Con el placer que me estaba proporcionando a mi entrepierna, mi culo hacía rato que estaba dilatándose.
Por mi parte, le había dejado el nabo como una estaca, dispuesta a dar una buena clavada. - Tío, creo que tu polla ya está lista para empotrar mi culo, igual que la última vez. Fóllame con fuerza, te lo has ganado tío. - solté yo entre jadeos.
Deshicimos el 69, me puso cara arriba levantando mi culo con sus manos y se dispuso a juguetear con su estupendo capullo deslizándolo por mi cada vez más caliente culito.
- Tío, no me castigues más y empótrame de una vez. Necesito volver a sentir tu polla en mi interior - supliqué entre jadeos.
Sin avisar, me la clavó de un golpe como una estaca y eso me hizo gritar como una perra en celo. Pronto estaría empotrándome como en nuestro último polvo, sus pelotas rebotaban salvajemente contra mis nalgas. A gritos le pedía que no parara, esas folladas me ponían muy cachondo y tenía ganas de macho en celo.
Estaba claro que Miguel era un follador nato, sabía cómo castigar un buen culo. Tenía los músculos en tensión, goterones de sudor caían sobre mi cuerpo, que ante semejante calentura se evaporaban en tocar mi piel.
Pero no solo se disponía a dar placer a mi culo, una de sus manos me agarró con fuerza la polla y empezó a pajearme.
- Quiero que nos corramos a la vez y entrelacemos nuestras lefas - rugió Miguel mientras seguía pelándome la verga.
Mi polla no tardaría en estallar, hacía rato que chorreaba prelefa… pero Miguel aún guardaba una última sorpresa. Como buen deportista que era, arqueó su espalda hasta situar su boca sobre mi polla, sin parar de follarme me volvió a comer el cipote.
Eso fué la gota que colmó el vaso y sin poder resistirme estallé en trallazos de leche en su boca. Y eso fue la mecha para que su pollón castigador hiciera lo propio en mi culo, preñándome y llenándome con todo su néctar.
La boca de Miguel rebosaba con mi lefa y cuando la tuvo bien llena se acercó a mi cara y dejó caer mi semen en mi boca hambrienta, que yo recibí con gran placer.
Cuando completó el trasvase de lefa, se deslizó hasta mi culo y succionando su propia lefa me la volvió a dar, para después fundirnos en un gran morreo entrelazando nuestras lenguas y disfrutando de nuestras buenas corridas.
Este fue nuestro segundo encuentro y desde entonces nos hicimos amantes, disfrutando de nuestros cuerpos y gozando como fieras, ante el peligro que un día nos descubriera mi primo o mi tío…
Continuará...
Vale, muy bien, y ahora que hago yo con la calentura q me ha entrado después de leer este relato.....?
ResponderEliminarMadre mía, que un hetero bisexual pille a alguien tan dispuesto a satisfacerle es lo más. Me ha encantado el relato y me ha puesto tan cachondo que tendré que pedirle al autor responsabilidades, o cierta colaboración para atender las consecuencias que ha causado, hehehe.
Bravo!
Hotdardo 🎯
Jejejeje, tendré que especificar que antes de leer mis relatos hay que cerciorarse de tener la posibilidad de una paja inminente o de contar con un culo, boca u otros juguetes sexuales para aliviar la calentura ocasionada.
EliminarPero no te preocupes, que cuando te pille me encarregaré de cumplir responsabilidades... ;)
Saludos fan!!
Paquetes76
Uffffff si señor !!
ResponderEliminarQué gusto y qué placer !!
Gracias por ponernos la polla tan dura. Escribes genial.
A mí este relato me ha puesto especialmente muy cachondo ya que he tenido la suerte de experimentar esto, mientras me follaba fuerte me chupaba la polla y......Uffff mi corrida y la suya fueron abundantes.
Sigue así, te seguiré leyendo
Un saludo de Rabobitch
Muchas gracias por tu comentario Rabobitch! Con estos agradecimientos da gusto seguir escribiendo nuevos relatos e historias que os pongan cachondos.
EliminarMe alegro que te haya gustado y espero que te hicieras una buena paja con el.
Saludos Rabobitch! :)
¿Peligro que os encuentre el tío y el primo? Jajajaja... Seguro que se apuntan a la primera de ocasión que se presente. ;-)
ResponderEliminarUy, eso seguro, se apuntarían todos y acabaría en orgía desenfrenada... ya veremos que historias se presentan...
EliminarSaludos perro!! ;)
Me gusto mucho el relato, lamento no haber tenido un familiar que me cogiera y que me hubiera hecho un marico
ResponderEliminarGracias Antonieta!
EliminarCreo que tener sexo con algún familiar es una fantasía que muchos hemos tenido... eso es lo que intento plasmar en mis relatos.
Saludos!!
Paquetes76